martes, 21 de diciembre de 2021

El riesgo de obstrucción de las arterias puede aumentar debido a la exposición a metales tóxicos presentes en aire, agua o alimentos

Está científicamente demostrado que los metales tóxicos, como el arsénico y el cadmio, son factores de riesgo cardiovascular. El arsénico y el cadmio se encuentran a menudo en el tabaco y los alimentos, mientras que el arsénico también se encuentra en el agua. Es también relevante el factor de contaminación derivado de la exposición a elementos tóxicos aerotransportados en partículas atmosféricas, mediante inhalación, ingestión o contacto dérmico. Por otra parte, la exposición al titanio se deriva principalmente de implantes dentales y ortopédicos, tornillos, carcasas de marcapasos, productos cosméticos y algunos alimentos.

Según una investigación reciente publicada en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular de la American Heart Association, la exposición ambiental a niveles bajos de metales tóxicos como los anteriormente mencionados parece aumentar el riesgo de acumulación de placa en las arterias del cuello, el corazón y las piernas.

La ateroesclerosis se produce cuando los vasos sanguíneos que llevan el oxígeno y los nutrientes del corazón al resto del organismo (arterias) se engrosan y endurecen, pudiendo restringir el flujo sanguíneo a los órganos y a los tejidos. Dependiendo de las arterias afectadas, puede provocar un ataque cardíaco, un derrame cerebral, una angina de pecho, una enfermedad de las arterias periféricas o una enfermedad renal.

“Los metales son omnipresentes en el medio ambiente y las personas están expuestas de forma crónica a niveles bajos de metales”, dijo la investigadora principal del estudio María Grau-Pérez, M.Sc., del Instituto de Investigaciones Biomédicas del Hospital Clínico de Valencia INCLIVA en Valencia.

Los investigadores evaluaron a 1.873 adultos (97% hombres). Los participantes del estudio trabajaban en una fábrica de ensamblaje de automóviles en España y tenían entre 40 y 55 años de edad. Se midió la exposición ambiental de los participantes a nueve metales tóxicos: arsénico, bario, uranio, cadmio, cromo, antimonio, titanio, vanadio y tungsteno, y la asociación de la exposición con la presencia de aterosclerosis subclínica en las regiones carotídea, femoral y coronaria.


El análisis encontró que los participantes de mayor edad tenían niveles más altos de la mayoría de los metales medidos en la orina. Las pocas mujeres participantes en el estudio tenían niveles de metales más altos en comparación con los hombres. Se concluyó que los niveles más altos de arsénico, cadmio, titanio y potencialmente antimonio se asocian con una mayor probabilidad de tener aterosclerosis subclínica.

El arsénico y el cadmio parecen estar más estrechamente asociados con el aumento de los niveles de placa en las arterias carótidas; el cadmio y el titanio son de mayor interés para las arterias femorales; el titanio, y posiblemente el cadmio y el antimonio, preocupan más a las arterias coronarias. Leer más

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