martes, 28 de diciembre de 2021

La exposición a partículas finas en Europa, un gran impacto en la salud de los europeos

La calidad del aire está considerada como uno de los grandes retos sanitarios mundiales debido a la importancia de la contaminación del aire como importante riesgo medioambiental para la salud. El contaminante del aire que se considera que causa los impactos más severos en la salud humana es el material particulado fino (PM2,5).

Es por esto que el objetivo del plan de acción de contaminación cero de la UE es reducir el número de muertes prematuras causadas por partículas finas (PM2,5) en al menos un 55% para 2030, desde los niveles de 2005. Entre 2005 y 2019, el número de muertes prematuras en la Unión Europea debidas al material particulado se redujo en un 33%. En 2019, la mortalidad más alta se registró en las regiones de los Balcanes, donde la quema de combustibles provoca altos niveles de PM2,5, y los números más bajos en las regiones escandinavas, donde los niveles de PM2,5 son más bajos.


La Agencia Europea de Medio Ambiente ha estimado que en 2005, 456.000 muertes prematuras en la UE fueron atribuidas a la exposición a PM2,5. Si se consiguiese una reducción del 55%, el número de muertes prematuras caería a 205.000 por año.

Es necesario tener en cuenta que continuar reduciendo estas concentraciones al ritmo actual durante la próxima década será un desafío. Para alcanzar el objetivo, los Estados miembros deberán implementar plenamente sus programas nacionales de control de la contaminación del aire y las medidas necesarias para alcanzar sus objetivos climáticos y energéticos para 2030.

Disminuir la concentración de material particulado fino conllevaría a políticas nacionales y regionales que tienen como objetivo, por ejemplo, calefacción doméstica, principal fuente de PM2,5, y la implementación de la Directiva de Compromisos Nacionales de Reducción de Emisiones, que contribuyó a una disminución de las emisiones de PM2,5 en la UE en un 29% entre 2005 y 2019. Leer más

martes, 21 de diciembre de 2021

El riesgo de obstrucción de las arterias puede aumentar debido a la exposición a metales tóxicos presentes en aire, agua o alimentos

Está científicamente demostrado que los metales tóxicos, como el arsénico y el cadmio, son factores de riesgo cardiovascular. El arsénico y el cadmio se encuentran a menudo en el tabaco y los alimentos, mientras que el arsénico también se encuentra en el agua. Es también relevante el factor de contaminación derivado de la exposición a elementos tóxicos aerotransportados en partículas atmosféricas, mediante inhalación, ingestión o contacto dérmico. Por otra parte, la exposición al titanio se deriva principalmente de implantes dentales y ortopédicos, tornillos, carcasas de marcapasos, productos cosméticos y algunos alimentos.

Según una investigación reciente publicada en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular de la American Heart Association, la exposición ambiental a niveles bajos de metales tóxicos como los anteriormente mencionados parece aumentar el riesgo de acumulación de placa en las arterias del cuello, el corazón y las piernas.

La ateroesclerosis se produce cuando los vasos sanguíneos que llevan el oxígeno y los nutrientes del corazón al resto del organismo (arterias) se engrosan y endurecen, pudiendo restringir el flujo sanguíneo a los órganos y a los tejidos. Dependiendo de las arterias afectadas, puede provocar un ataque cardíaco, un derrame cerebral, una angina de pecho, una enfermedad de las arterias periféricas o una enfermedad renal.

“Los metales son omnipresentes en el medio ambiente y las personas están expuestas de forma crónica a niveles bajos de metales”, dijo la investigadora principal del estudio María Grau-Pérez, M.Sc., del Instituto de Investigaciones Biomédicas del Hospital Clínico de Valencia INCLIVA en Valencia.

Los investigadores evaluaron a 1.873 adultos (97% hombres). Los participantes del estudio trabajaban en una fábrica de ensamblaje de automóviles en España y tenían entre 40 y 55 años de edad. Se midió la exposición ambiental de los participantes a nueve metales tóxicos: arsénico, bario, uranio, cadmio, cromo, antimonio, titanio, vanadio y tungsteno, y la asociación de la exposición con la presencia de aterosclerosis subclínica en las regiones carotídea, femoral y coronaria.


El análisis encontró que los participantes de mayor edad tenían niveles más altos de la mayoría de los metales medidos en la orina. Las pocas mujeres participantes en el estudio tenían niveles de metales más altos en comparación con los hombres. Se concluyó que los niveles más altos de arsénico, cadmio, titanio y potencialmente antimonio se asocian con una mayor probabilidad de tener aterosclerosis subclínica.

El arsénico y el cadmio parecen estar más estrechamente asociados con el aumento de los niveles de placa en las arterias carótidas; el cadmio y el titanio son de mayor interés para las arterias femorales; el titanio, y posiblemente el cadmio y el antimonio, preocupan más a las arterias coronarias. Leer más

lunes, 13 de diciembre de 2021

Las gotas de lluvia son el vehículo de transporte de microplásticos a la atmósfera

Investigadores de la Universidad de Bayreuth describen este proceso en un nuevo estudio publicado en "Microplastics and Nanoplastics". Este estudio ha llegado a la conclusión de que hasta 100 billones de partículas de microplásticos podrían entrar en la atmósfera cada año como resultado de las precipitaciones.


Las grandes cuencas de agua, como océanos o lagos, se consideran sumideros donde los microplásticos producidos en las superficies terrestres se acumularán con el tiempo, especialmente en las aguas costeras. El viento, por otro lado, puede actuar como transportador, conduciendo a una redistribución de largo alcance, de hecho incluso global, de microplásticos suspendidos en la atmósfera con diámetros de varias decenas de micrómetros.

Esto ocurre con especial frecuencia por encima de la superficie de los océanos, donde las condiciones del viento y las temperaturas favorecen una duración de vuelo comparativamente larga y una rápida evaporación. La mayoría de las partículas microplásticas vuelven al agua debido a su corta duración de vuelo.

"Fue un gran desafío determinar cuántas gotas son lanzadas por una sola gota de lluvia que impacta, cuán grandes y rápidas son estas gotas y cuántas partículas de microplástico pueden contener. Los experimentos por sí solos habrían proporcionado muy poca información. Por eso hemos ideado una codificación completamente nueva para simular estos procesos y hemos desarrollado un modelo informático que nos permite responder a estas preguntas con gran precisión y un nivel de detalle sin precedentes", afirma el coordinador del estudio, el profesor Dr. Stephan Gekle, catedrático de Simulación y Modelización de Biofluidos de la Universidad de Bayreuth. "El grado de realismo de nuestras simulaciones se pone de manifiesto cuando las comparamos con experimentos técnicamente exigentes". Las grabaciones de alta velocidad de las gotas de lluvia que impactan confirman los cálculos basados en nuestro modelo", afirma el primer autor, Moritz Lehmann, estudiante de doctorado en física de la Universidad de Bayreuth.

Utilizando el método de Boltzmann de celosía de volumen de fluido realizaron más de 1600 simulaciones de impacto de gotas de lluvia y proporcionaron un análisis estadístico detallado de las gotas expulsadas. Usando tamaños y velocidades típicos de gotas de lluvia del mundo real, se simularon impactos rectos con varios diámetros de gotas de lluvia, así como impactos oblicuos. El estudio estimó que, durante la lluvia, alrededor de 4800 partículas microplásticas pasan a la atmósfera por kilómetro cuadrado por hora para una tasa de lluvia típica de 10 mm/h y velocidad de corriente ascendente vertical de 0,5 m/s. Leer más

jueves, 9 de diciembre de 2021

El MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España) lanza las directrices de creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para mejorar la calidad del aire en las ciudades

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha presentado hoy junto a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) las directrices para la Creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Estas directrices constituyen una guía para aquellas entidades locales que, en respuesta a lo establecido en la Ley de cambio climático y transición energética, deban establecer una Zona de Bajas Emisiones.

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética establece que los municipios españoles de más de 50.000 habitantes, los territorios insulares y los municipios de más de 20.000 habitantes que superen los valores límite de contaminantes regulados, deberán adoptar antes de 2023 planes de movilidad urbana sostenible para introducir medidas de mitigación y reducir las emisiones de la movilidad, incluyendo, entre otras, el establecimiento de zonas de bajas emisiones.


La creación de estas zonas de bajas emisiones está también prevista en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y en el Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica. Es por ello que, apenas seis meses después de la entrada en vigor de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el MITECO ha elaborado y pone a disposición de las entidades locales un documento que sirve de guía para el diseño de estas zonas de bajas emisiones.

Las directrices recogen los umbrales mínimos que deben tenerse en cuenta a la hora de crear una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Entre ellos, se incluyen criterios en materia de calidad del aire, eficiencia energética, ruido y cambio climático. Además, fija también el procedimiento para su implantación, una propuesta de indicadores de seguimiento y un amplio catálogo de medidas que los ayuntamientos podrán adoptar para incentivar el cambio hacia una movilidad ambientalmente más sostenible que redunde, además, en una mejora de la calidad del aire que respiramos.

La correcta implantación de estas ZBE permitirá mejorar la calidad del aire y la salud de los ciudadanos, ayudará a promover la movilidad activa, a desarrollar un transporte más sostenible y permitirá recuperar el espacio público para el peatón. Además, impulsará la eficiencia energética en los medios de transporte y contribuirá a la disminución de la contaminación acústica en las áreas urbanas. Con ello se da respuesta a la demanda de los ciudadanos de contar con entornos saludables y avanzar hacia un nuevo paradigma de movilidad. Leer más