lunes, 8 de abril de 2019

Los océanos absorben el 31% del CO2 generado por el hombre

Un estudio internacional con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha determinado que los océanos han capturado de la atmósfera 34 gigatoneladas  de dióxido de carbono generado por el hombre entre 1994 y 2007. Los resultados del estudio, liderado por el profesor Nicolas Gruber, del centro ETH de Zurich, y publicado en Science, indican que esta cifra se corresponde con el 31% de todo el CO2 antropogénico emitido durante ese tiempo.

Los océanos funcionan como un gran sumidero de CO2. Este sumidero oceánico es crucial para los niveles atmosféricos de este gas; sin este sumidero, la concentración de CO2 en la atmósfera y el alcance del cambio climático antropogénico sería considerablemente mayor. Por tanto, determinar qué parte del CO2 generado por el hombre es absorbida por el océano ha sido una prioridad para los investigadores del clima.
Este porcentaje de CO2 capturado por los océanos ha seguido relativamente estable en comparación con los 200 años precedentes, pero la cantidad total ha aumentado sustancialmente. Esto se debe a que mientras la concentración atmosférica de CO2 aumenta, el sumidero oceánico se refuerza más o menos proporcionalmente: cuanto más CO2 hay en la atmósfera, más es absorbido por los océanos; hasta que al final se queda saturado.Hasta ahora no se ha llegado a ese punto.
Moderando el ritmo del calentamiento global, el sumidero oceánico de CO2 proporciona un importante servicio para la humanidad, pero tiene su contrapartida: el CO2 disuelto en el océano acidifica el agua, lo que tiene graves consecuencias para muchos organismos marinos.

No todo el dióxido de carbono generado durante la combustión de los combustibles fósiles se queda en la atmósfera y contribuye al calentamiento global. La otra parte se captura en los oceános y en los ecosistemas terrestres.

El océano captura del CO2 en dos fases: primero, el CO2 se disuelve en la superficie del agua. Luego la circulación oceánica lo distribuye: corrientes oceánicas y procesos de mezclado transportan el CO2 disuelto desde la superficie a las profundidades del océano, donde se acumula a lo largo del tiempo.

Los resultados del estudio se basan en un estudio global del CO2 y otras propiedades químicas y físicas en los diversos océanos, medidas desde la superficie hasta las profundidades de hasta 6 kilómetros. Científicos de 7 países han participado en este proyecto internacional que empezó en 2003. Globalmente han efectuado más de 50 singladuras de investigación hasta 2013, cuando fueron puestos en común todos los datos. Leer más

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