Una investigación llevada a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), calcula que cada año, la exposición a las partículas en suspensión, de menos de 10 microgramos de diámetro (PM10) y menos de 2,5 microgramos (PM2.5) roban 125.000 años de vida a la población infantil de Europa.
Se evaluaron siete factores de riesgo ambientales como la contaminación del aire (partículas PM10, PM2,5 y ozono), humo de tabaco pasivo, humedad, plomo y formaldehído.
Los datos poblaciones y de salud se recopilaron a partir de diversas bases de datos europeas y el análisis de la carga ambiental de la enfermedad se realizó siguiendo el enfoque de evaluación comparativa de riesgos propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el proyecto de Carga Global de la Enfermedad (GBD).
Para llegar a las conclusiones se realizó un cálculo de los años de vida ajustados por discapacidad (DALYs), y una medida de carga de la enfermedad global, expresado como el número de años de vida saludable perdidos debido a enfermedad, discapacidad o muerte prematura.
Las conclusiones muestran que las exposiciones ambientales incluidas en este estudio roban cada año 211.000 años de vida saludable a la población europea de menos de 18 años, lo que representa el 2,6% del total. La contaminación del aire PM10, PM2,5 y ozono— fue la exposición más dañina y agrupó hasta el 70% de años de vida saludable perdidos, seguida del tabaco pasivo, con un 20%.
Las partículas en suspensión son las que producen la mayor carga de enfermedad, ya que se relacionan con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y neurológicas y están asociadas con una mayor mortalidad infantil.
De los 28 países incluidos en el estudio, 22 países reportaron niveles de PM10, por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y todos mostraron niveles de ozono por encima de los considerados seguros. Leer más
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