La universidad de Lancaster ha publicado un estudio, en el que relaciona las enfermedades cardiovasculares con la mala calidad del aire, concretamente con las partículas.
La persona más joven que ha participado en el estudio, ha sido un niño de tres años, y se ha podido apreciar daños en las paredes del corazón por partículas de hierro, cuyas fuentes de emisión son las industrias y los automóviles.
Fuente: Biodiversía |
Para llevar a cabo el estudio, se han analizado 63 muestras de tejido de jóvenes fallecidos, que tenían una media de edad de 25 años.La mayoría vivían en la Ciudad de México, siendo esta una de las ciudades más contaminadas del mundo.
El número de nanopartículas de hierro, que había por cada gramo de tejido seco en los habitantes de Ciudad de México fue de entre 2 y 22.000 millones. En cambio los que vivían en lugares menos contaminados está cifra se reducía a la mitad o incluso a una décima parte.
La técnica que utilizaron fue separar las partículas de los tejidos para determinar su composición y contenido magnético.Después estimaron el número total con el cálculo del promedio del tamaño y el magnetismo.
La vía de acceso de estas partículas al corazón, es a través de los pulmones y a partir de estos pasan al torrente sanguíneo.
Los investigadores denuncian que la abundancia de estas partículas podría llegar a suponer un problema serio de salud pública y piden con urgencia la reducción de la contaminación del aire.Leer más
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