Por segundo año consecutivo, los científicos de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration, USA) han observado un aumento anual récord en los niveles atmosféricos de metano, un poderoso gas de efecto invernadero que atrapa el calor y que es el segundo mayor contribuyente al calentamiento global causado por el hombre después del dióxido de carbono.
Mientras que
el dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante mucho más tiempo que el
metano, el metano es aproximadamente 25 veces más efectivo para atrapar el
calor en la atmósfera, y tiene una importante influencia a corto plazo en la
tasa de cambio climático.
El metano en
la atmósfera es generado por muchas fuentes diferentes, como la producción, el
transporte y el uso de combustibles fósiles, a partir de la descomposición de
la materia orgánica en los humedales y como un subproducto de la digestión por
parte de animales rumiantes como las vacas. Determinar qué fuentes específicas
son responsables de las variaciones en los aumentos anuales de metano es
complejo, pero los científicos estiman que la producción y el uso de
combustibles fósiles contribuyen aproximadamente al 30% de las emisiones
totales de metano. Estas fuentes industriales de metano son relativamente
fáciles de identificar y controlar utilizando la tecnología actual.
Observatorio de la NOAA en Mauna Loa, Hawaii. Imagen tomada de www.noaa.gov.
El análisis
preliminar de la NOAA mostró que el aumento anual del metano atmosférico
durante 2021 fue de 17 partes por billón (ppb), el mayor aumento anual
registrado desde que comenzaron las mediciones sistemáticas en 1983. El
incremento durante 2020 fue de 15,3 ppb. Los niveles de metano atmosférico
promediaron 1,895.7 ppb durante 2021, o alrededor de un 162% más que los
niveles preindustriales. A partir de las observaciones de la NOAA, los
científicos estiman que las emisiones globales de metano en 2021 son un 15% más
altas que en el período 1984-2006. Leer más.
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