Un estudio publicado en la revista Nature Communications describe la existencia de partículas de carbono negro en el lado fetal de la placenta de 28 mujeres expuestas a la contaminación atmosférica durante su embarazo. Las partículas de carbono negro también son conocidas como hollín liberándose en gran parte por la quema de combustibles fósiles.
El desarrollo fetal es una ventana crítica de susceptibilidad relacionada con la exposición porque la etiología de las enfermedades en la edad adulta puede tener un origen fetal y puede atribuirse a los efectos adversos de las exposiciones a la contaminación del aire, durante el embarazo.
El estudio se ha llevado a cabo en la Universidad Hasselt (Bélgica). Se utilizó imágenes de alta resolución, y se pudo detectar dichas partículas de carbono negro en placentas recogidas de cinco nacimientos prematuros y 23 nacimientos a término. Las madres que habían estado expuestas a altas concentraciones de partículas de carbón negro residencial (2,42 microgramos por m3) durante el embarazo tenían niveles más altos de partículas en la placenta que otras diez madres expuestas a concentraciones inferiores (0,63 microgramos por m3).
Los investigadores también han descrito los cambios moleculares que se dan en la placenta debido a la contaminación del aire. A pesar de obtener estos resultados Tim Nawrot, investigador principal del estudio se muestra cauto y sostiene que se necesita realizar nuevos estudios para determinar si las partículas pueden llegar al feto. Leer más
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